Un joven de 19 años, adolescente al momento del hecho, confesó y admitió su responsabilidad. Fue condenado a nueve años de prisión y enviado directamente al Servicio Penitenciario.
Había pasado la medianoche del 23 de junio cuando el juez Fabricio Gershani Quesada de la Cámara de Sentencia Penal Juvenil dio a conocer el veredicto por el caso Andrea Navarro, la mujer brutalmente agredida en su casa en enero de 2022. Su atacante –por entonces un adolescente de 17 años- había confesado y admitido su responsabilidad. Tras una maratónica audiencia de cesura de pena, el juez penal juvenil lo declaró culpable por los delitos de “robo calificado por el uso de armas en concurso real con homicidio criminis causa en grado de tentativa” y, en consecuencia, lo condenó a la pena de nueve años de prisión. A la vez, ordenó, dada la confesión del hecho, el inmediato traslado al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán. “Sin dudas el adolescente actuó con pleno conocimiento y voluntad de lo que hacía. Aprovechó que la víctima es su vecina, que se encontraba sola, a horas de la noche, con el conocimiento de que tenía dinero. Escaló el muro medianero que dividen los fundos, portando una cuchilla para alcanzar su fin delictual de robar. Ingresó al domicilio de la víctima para apoderarse de elementos de valor. Al ser sorprendido por ella al momento del robo, enfurecido por el hecho de poder ver frustrado su fin propuesto, seguramente con el conocimiento de que fue identificado, para lograr asegurar el resultado del robo y su impunidad, intentó quitarle la vida, aplicándole numerosos puntazo”, precisó el magistrado.
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